José Jaime Valencia

La Vida ha continuado; cada una de las circunstancias que en algún momento parecían no tener forma ni relación alguna, poco a poco han ido tomando su lugar, demostrando que sin ellas no sería posible armar el rompecabezas de mi vida... y todo esto me gusta!

Alguna vez me pregunté ¿De qué forma podría explayar su vocación alguien que comenzó sintiendo que nació para la arquitectura pero que, a poco más de la mitad de sus estudios universitarios, descubrió que lo que en realidad amaba de ser ya casi un arquitecto, era el diseño, la creatividad y sobre todo la parte corporativa y de imagen de marca. Pero además, alguien que tenía un compromiso espiritual que debía saldar, y que decidió hacerlo sin importarle dejar atrás toda la carrera que ya había comenzado a hacer para ingresar a un convento; sitio que se convirtió en el origen, en el lugar donde el universo desaparece y las respuestas son develadas, los caminos se iluminan y la verdad se convierte en estrella polar. Ese sitio se integró a su ser, él se convirtió en el sitio, en el centro, en la respuesta, en el camino... y caminó sin miedo hacia lo que sabía que quería hacer: que a nivel profesional era crear soluciones para cualquier reto de comunicación corporativa. Entró por la puerta grande hacia la comunicación, y poco a poco fue concentrando sus estudios hacia el diseño visual intermediático... largos años invertidos en todo esto... ni un solo segundo de esos años desperdiciado, pero... de qué forma explotar toda esta gama de formación profesional? ¿Existe un sitio donde de verdad pueda usar alguien como yo todos estos conocimientos y aplicarlos de la forma en que soñé aplicarlos cuando los adquirí?

Ya antes había pasado por preguntas de este tipo, preguntas que parecían más bien expresiones fatalistas de alguien a quien se le había terminado el camino y ya tampoco tenía islas en dónde naufragar... ¿algún día terminaré la prepa... o tendré que comenzar a trabajar y al hacer dinero me gustará y ya nunca más estudiaré nada ni acabaré la prepa? ... ¿algún día entraré a la universidad? ¿Qué se sentirá ser parte de una generación? ... ¿algún día me titularé? E incluso convertí en un sueño la realización de mi examen profesional... y así en algún momento me pregunté si un día podría por fin encontrar un lugar en donde pudiera hacer uso completo y aplicar todos los conocimientos con los que me formé... conocimientos que adquirí con pasión y que con esa misma pasión quería utilizar. Formar parte de una empresa con reconocimiento internacional, y en ella ser parte de un equipo que compartiera el mismo objetivo, un equipo unido y lleno de ideas diferentes, un equipo donde hubiera discusión, debate, crecimiento y aprendizaje; guiados todos por un gran líder, un líder con visión, con grandes sueños, muchos de ellos realizados y muchos otros por realizar... todo esto en un edificio alto con elevadores y grandes vistas; ubicado en un centro de negocios importante, donde a la hora del lunch gente con portafolios y trajes saliera a los restaurantes del área a negociar, un lugar donde todo fueran los negocios, vender, cotizarse, y que la forma de tomar el tenedor diga: tu propuesta no es suficiente, y la otra persona tenga la sagacidad para leerlo y entonces replantear a una mejor oferta. Una oficina llena de gente que nunca dejara de ser joven e inmadura, de gente que hiciera surf sobre las sillas, y donde eventualmente el espacio aéreo se viera invadido de avioncitos con recados o bolas hostiles de papel apretado con cinta adhesiva. Una oficina en donde a pesar de la frialdad de los negocios y la competitividad... todos, o al menos la mayoría, nos sintiéramos como en casa, y rodeados de nuestra familia.

Entonces apareció NAGA Architects, Designers & Planners.

Es curioso como circunstancias que en algún momento pudieron parecer incluso errores, al final no lo son... Nada es malo, los errores no existen; todo es parte de un plan, y cada una de nuestras experiencias, sin importar lo divertidas, dolorosas o irresponsables que sean, son piezas importantes y necesarias para formar el rompecabezas de nuestras vidas; si tratamos de deshacernos de una solo de esas circunstancias, será como querer deshacerse de una ficha, la cual, al final, hará que nuestro rompecabezas parezca incompleto.

El mejor camino hacia tu Destino es realizar todos tus sueños, incluso los más pequeños, irresponsables, necios e imposibles.

Jajajaja! Dicen que las dos decisiones más importantes en la vida de un hombre son: elegir una carrera, y elegir una esposa. Supongo que ahora puedo decir con total satisfacción que no me equivoqué en la elección de mi carrera... pero regresando a eso de las preguntas existenciales que me han acompañado en las rémoras de mi vida, aún hay una que no me deja dormir y me mantiene soñando... ¿Algún día me casaré? Bueno, es más, por ahora ni siquiera es esa la pregunta, sino ¿Algún día encontraré a una mujer similar a esa con la que desde hace años he soñado? Y no es que pronuncie esa pregunta con un tono que pareciera retar a Dios... sino que ahora la digo lleno de una mezcla de fe y curiosidad... si todo sueño es posible de cumplir ¿entonces es cierto que ella existe? es decir ¿de verdad, de verdad existe? Porque no es así tipo que en cinco años Dios la pueda crear, sino que para ser quien sueño, deberá tener una historia ya remarcable y trascendental...

Supongo que todo llegará a su tiempo... así ha sido siempre, por lo que no tengo razón alguna para dudar que así será... menos ahora, que todo está en calma y tenemos mucho viento a favor... yo jo! Yo Jo!!