A veces quisiera ser pobre y no tener ninguna habilidad importante… así tal vez habría alguien a quien pudiera admirar; alguien a quién escuchar mientras se queja de los hastíos del día a día… sería muy feliz masajeando sus pies cada noche mientras la distraigo con mis tonterías! Y después prometerle que lo malo pasará… que todo estará mejor, y que aún si no, no importa… lo único que podría importar es que estaremos juntos por siempre… y así, juntos, no habría nada que nos pudiera dañar…
Lo malo de Dubai es la abundancia en soledad… tener un castillo encantado y poder enloquecer dentro de él; convertirme en bestia sin nadie que me controle… Es la ironía de tanta magia y no tener a quien maravillar con ella…
Pero lo Bueno de Dubai es que aquí, en las noches de debilidad, no tengo ninguna posibilidad de manejar hasta tu casa… Aún no podría explicar lo mal que me ponían esas noches atado a tu ventana, afuera y sin parpadear imaginando que cualquier movimiento imperceptible se trataba de Ti; y ahí podía vivir eternidades… encerrado en el auto, dejándome torturar por nuestros soundtracks favoritos, mientras la luna y las estrellas me convencían de desistir… me calmaban... trataban de hacerme entender que ya nunca más saldrías. Y cuando al final me despertaba el sol, muchas veces imaginaba que era Tu Brillo el que me cobijaba… el que me iluminaba… el que me ayudaba a sentirme vivo una vez más.
En definitiva, lo bueno de Dubai es que no estás aquí… aunque lo peor siga siendo que no estés aquí.
. Lo malo de Dubai es la abundancia en soledad… tener un castillo encantado y poder enloquecer dentro de él; convertirme en bestia sin nadie que me controle… Es la ironía de tanta magia y no tener a quien maravillar con ella…
Pero lo Bueno de Dubai es que aquí, en las noches de debilidad, no tengo ninguna posibilidad de manejar hasta tu casa… Aún no podría explicar lo mal que me ponían esas noches atado a tu ventana, afuera y sin parpadear imaginando que cualquier movimiento imperceptible se trataba de Ti; y ahí podía vivir eternidades… encerrado en el auto, dejándome torturar por nuestros soundtracks favoritos, mientras la luna y las estrellas me convencían de desistir… me calmaban... trataban de hacerme entender que ya nunca más saldrías. Y cuando al final me despertaba el sol, muchas veces imaginaba que era Tu Brillo el que me cobijaba… el que me iluminaba… el que me ayudaba a sentirme vivo una vez más.
En definitiva, lo bueno de Dubai es que no estás aquí… aunque lo peor siga siendo que no estés aquí.
1 comentario:
a nadie... a nadie en específico...
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