José Jaime Valencia

Mi Papá una vez me dijo: Hagas lo que hagas, se el mejor en ello.

Hay cosas que te marcan por siempre, supongo que eso fue una de ellas; y me volví perfeccionista.

Puedo pasar días, incluso largas temporadas, sin arreglar mi habitación y sin ninguna intención de hacerlo, hasta tener el tiempo suficiente para acomodar cada prenda y cosa en el lugar exacto que le corresponde, de acuerdo al color, estilo, modelo y talla.

Prefiero el caos y la aparente falta de orden en el exterior que en el interior; puedo ver la ropa usada sobre la cama e incluso utilizarla para taparme al dormir cuando se vuelve imposible hallar o liberar las cobijas pues, se que en el fondo, todo aun mantiene un orden, que en el interior del closet no se ha quebrantado el equilibrio ni la armonía y que eso mismo ayudará a que, cuando llegue el momento indicado, todo vuelva a ocupar el espacio que le corresponde.

Es curioso cómo en pequeños detalles como éste se puede descubrir e incluso, no sólo comprender, sino también entender grandes cosas sobre la personalidad de un individuo… Estoy seguro que en mucho tiene que ver con esto mi fijación en los pies.

‘Hacer por hacer’… En algún momento fue divertido, pero también en algún momento de la vida todos superamos las etapas de experimentación y aprendizaje para entrar a la etapa de las decisiones fundamentadas.

Si tienes antojo (y no se lea antojo=hambre) de fresas y en los arbustos sólo encuentras frambuesas ¿Qué haces?

Desde hace alrededor de ocho años comencé a tener un Sueño Hermoso, guió mi vida hasta el momento en que me encuentro ahora, no era una ilusión pasajera, no era ni siquiera producto de una carencia ni de una necesidad como lo pude haber pensado alguna vez…

Cuando logras callar todas las voces y los ruidos que se te van juntando, de pronto, más allá del silencio, puedes escucharlo… empieza como un murmullo, ni siquiera estás seguro de qué es lo que es, pues resulta metasensorial… lo curioso es que de pronto algo que es Tú te hace saber que es Verdadero y Real… y entonces comprendes la Causalidad y la razón de ella misma! Y comprendes la razón de cada segundo en tu vida mientras cada segundo de tu vida y todo lo que te rodea te empieza a gritar su razón de ser, y te descubres inmerso en un momento de iluminación; Hellen Keller cruzando el umbral; y entonces es como si pudieras leer el guión que justifica cada una de las circunstancias que pensaste que nunca entenderías! Y si pones atención, escuchas al destino contándote sus secretos… y ni siquiera se preocupa por bajar la voz.

No es que la hoja se cayera porque sopló el viento, es que el viento sopló para que la hoja se cayera.

Hay tanto que quisiera decir, pero las promesas son para cumplirse, y mi palabra es lo más firme y pesado que tengo, es por ello que sólo prometo lo que se que voy a cumplir y que quiero cumplir; sólo me Juro ante lo que Creo Fundamentadamente.

La humildad no es sinónima de hacerse menos, eso es falsedad, a fin de cuentas no estás siendo tú; la Humildad es andar en Verdad; saber lo que eres y actuar conforme a ello sin temer las consecuencias…

Mi vida es Épica, intentando resumir diría Icónica. Antes de que llegara la fotografía digital a mí prefería no perder el tiempo tratando de grabar momentos en plata y gelatina en vez de disfrutarlos al máximo… supongo que esa es también la razón por la que no escribo mis anécdotas… Creo que disfrutaré más que, cuando muera, se corra la voz en seguida y todas las personas que tuvieron un papel importante en mi vida asistan, entonces agradeceré ya no depender de las leyes físicas para poder presenciar y disfrutar de cada una de las charlas sobre mí… y me encantará ver la cara de muchas personas cuando se enteren, por otras personas que nunca pensaron, de cosas que nunca pensaron, y solo hasta entonces comprenderán mucho de mi, y otras por fin creerán lo que dicho por mí nunca hubieran aceptado... o nunca aceptaron.

Cuando algo tan grande como un Sueño se comienza a concretizar llega el momento en que lo que va tomando forma parece todo menos el Sueño; Por ello es que mi Abue decía que las mejores comidas se cocinan a fuego lento… Sólo la paciencia, la constancia y la perseverancia alcanzan lo Grande. Cuando la forma tomada llega al punto en que parece ser exactamente lo contrario al Sueño, ese no es el momento de guardar al Sueño en un cofre y olvidarlo, ese es el momento de la Noche Oscura, el momento de Creer, el momento de recordar que aunque Tacopizacta se encontraba en la punta de un cerro, para llegar había que bajar un cerro.

Afortunadamente el antojo no es igual a hambre... Yo soy de los que ignoran las frambuesas pues saben lo que quieren… Yo soy de los que no dejan las cosas a la mitad, si se que no es el momento o la circunstancia adecuada para hacer algo, entonces no lo hago, pues comprendo que este es el momento de disfrutar lo otro que se me presenta, y que ya luego habrá un tiempo y un momento específico para hacer lo demás y hacerlo Bien y ser el mejor en ello y llevarlo hasta el final de sus límites… Y se que los antojos y los sueños no son distracciones vanas, sino murmullos, y les creo.