Bien, ya que nadie lee este blog, será mi lugar de desahogo y explaye absoluto, sin más reservas ni metáforas; tal y como desde los últimos dos post se ha convertido!
Comenzaré por poner en letras que, a pesar de haber iniciado ya y con éxito el proyecto “Yo para Mí”, no he podido aun dejar de pensar en el Amor y lo Feliz que sería tener a alguien cerca:
Hoy, 7 am. Cruzan por mi camino una pareja de ancianos, ambos arriba de los 80; caminando por la calle tomados de la mano.
Anoche tuve una plática interesante con Laia sobre a qué grado deberíamos gobernar al amor con la racionalidad… Todos los puntos fueron válidos y buenos, y aunque no pudimos concluir, ambos concordamos en que hay momentos en que llega alguien que dista mucho de las expectativas que tenemos de sobre cómo queremos que sea la persona con la que compartamos toda nuestra vida, y a pesar de ello, nos cautiva y roba la atención, siendo a veces incluso exactamente lo que no queríamos o esperábamos; pero que también hay veces en que tenemos a gente que tiene absoluta y exactamente lo que deseamos encontrar en la persona con la que hemos de compartir el resto de nuestras vidas, pero que por alguna extraña razón, no nos sentimos imantados por esa persona.
Mi teoría siempre será la de los patrones del subconsciente; a fin de cuentas nuestras emociones son producto de reacciones químicas que se suceden en nuestro cerebro, y las cuales se detonan al experimentar circunstancias previamente aprendidas; si una niña creció al lado de un padre alcohólico, ella inconscientemente buscará una pareja exactamente igual o exactamente contraria a su padre, dependiendo de cómo haya enfrentado y sobrevivido a la experiencia previa.
Así que estoy seguro que el truco siempre estará en la introspección y la meditación; conocerte a ti mismo, Amarte a ti mismo en el aspecto completo de lo que significa Amarse a Sí Mismo; escarbar en los rincones más ocultos y olvidados de la memoria para encontrar a los fantasmas que dictan y definen nuestros patrones, y entonces decidir qué hacer con ellos y reescribir luego así los patrones que han de guiar nuestras decisiones inconscientes, pero ahora ya de manera consciente. O dicho de otra forma, cazar y atrapar a nuestro subconsciente, enfrentarlo, conocerlo y entonces luego entrenarlo para convertirlo en nuestro aliado.
Si la Razón y el Entendimiento son quienes llevan la brújula de nuestro barco, es la entonces la Memoria quien tiene en sus manos el timón.
Así que sí; en definitiva creo que el amor, comprendido como el conjunto de emociones y sensaciones que explotan al compartirnos con una persona, debe estar en comunicación directa y muy de acuerdo en sus decisiones con nuestra razón y entendimiento… Algo así como saber porqué Amo a quien Amo y porqué me Ama quien me Ama.
jueves, 7 de agosto de 2008
Designed by José Jaime Valencia a las 1:46 p.m.
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