domingo, 16 de julio de 2006

hace un tiempo ya...

 

Ella:

- Me lo dijeron mil veces, pero nunca quise poner atención, cuando llegaron los llantos ya estabas muy dentro de mi corazón; te esperaba hasta muy tarde, ningún reproche te hacía, lo más que te preguntaba era que si me querías... y bajo tus besos en la madrugada, sin que tú notaras la cruz de mi angustia solía cantar: te quiero más que a mis ojos, te quiero más que a mi vida, más que al aire que respiro y más que a la mare mía... que se me paren los pulsos si te dejo de querer, que las campanas me doblen si te falto alguna vez... eres mi vida y mi muerte, te lo juro compañero... no debía de quererte, no debía de quererte... y sin embargo te quiero!

 

Él:

            - De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera! POR TI LA VIDA ENTERA! ...y sin embargo, un rato cada día ya ves,  te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.

            Ni tan arrepentido ni encantado de haberme conocido, lo confieso, tú que tanto has besado, tú qué me has enseñado?

  Sabes mejor que yo que hasta los huesos sólo calan los besos que no has dado, los labios del pecado. Porque una casa sin ti es una embajada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada. Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño... y con todas si duermes a mi lado. Y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura, que empaña sin manchar a tu hermosura.

            No debería contarlo y sin embargo, cuando pido la llave de un hotel y a media noche encargo un buen champagne francés y cena con velita para dos, siempre es con otra Amor, nunca contigo, bien sabes lo que digo.

            Porque una casa sin ti es una oficina, un teléfono ardiendo en la cabina, una palmera en el museo de cera, un éxodo de oscuras golondrinas. Y me envenenan los besos que voy dando, y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño... y con todas si duermes a mi lado. Y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura, que empaña sin manchar a tu hermosura.

¡Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina y bailes sin orquesta y ramos de rosas con espinas! pero dos no es igual que uno más uno, ni el lunes al café del desayuno, vuelve la guerra fría y al cielo de tu boca el purgatorio y al dormitorio el pan de cada día. Y me envenenan los besos que voy dando y sin embargo cuando duermo sin ti, contigo sueño... y con todas si duermes a mi lado! Y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura, que empaña sin manchar a tu hermosura.

No hay comentarios.: