ORíGEN

...Para comenzar de una manera acertada a convertir en hábito estos quehaceres es menester hacerlo paso a paso y en un orden lógico, es decir, respondiéndonos por principio la pregunta que dará pauta a las otras dos: ¿De dónde vengo?

> Es tangible la evolución de la vida en el planeta, misma que se refleja en los astros y todos los universos, vano sería querer negar la manera tan perfecta y matemática en cómo se fueron dando las cosas; todos conocemos ya la teoría evolucionista, pero yo quiero hacer énfasis en dos de los momentos más importantes, y los cuales, muchas de las veces, ni siquiera son tomados como parte de esta evolución.

> El Big Bang, la Gran Explosión, así es como se le conoce, así como la leemos en los libros de texto que nos da el gobierno en las escuelas… “y de repente, toda la materia se condenso al punto en que no se contuvo más e hizo una gran explosión…” ¿y ya, en verdad eso fue todo? A mi parecer esta no se trataba de una simple “gran explosión”, a fin de cuentas hubiese terminado en lo mismo que cualquier otra gran explosión, como la de Hiroshima, en destrucción y caos. Pero no fue así, al contrario, fue el inicio de una evolución metódicamente ordenada y dirigida paso a paso, detalle a detalle.

> Aristóteles nos habla de un Motor Inmóvil, de un principio de todo que se basta a si mismo y de quien parte todo movimiento.

> Sócrates, al descubrirlo, lo mencionó como el Theos “Causa Incausada, ten piedad de mí”.

> Juan nos habla de la Palabra “Por Ella se hizo todo, y nada llegó a ser sin Ella”.

> En nuestros tiempos, algún gran científico le ha llamado “El principio inmaterial subsistente” aunque el hacerlo le haya costado el premio Nóbel.

> Dios... Así me gusta llamarle; el Todo en Sí mismo; más que la fuente de energía que da vida a todo, es la Energía en su totalidad. Sin principio ni fin, más allá del tiempo y el espacio, más allá de lo cognoscible y lo aprehensible, inabarcable por la ciencia y las leyes físicas, pues estas son de Él, Él las creó, detalle a detalle, y así fue guiando paso a paso cada etapa de la evolución.

> La ciencia habla de un eslabón perdido, frustrada al no encontrar el punto exacto en el que dejamos a los chimpancés a un lado para convertirnos en lo que somos.

> La Biblia y el Corán hablan metafóricamente de una creación en siete días, (innecesario resulta aclarar lo de los siete días si concientes estamos que para Dios el tiempo es algo tan relativo) en la que fuimos creados al sexto día a imagen y semejanza de Dios; resulta obvio pensar que con esto no se refieren a tener dos manos, dos pies, un cuerpo y una cabeza, sino a nuestra esencia misma, a lo que nos hace ser quienes somos en verdad.

> Si por algún motivo, sea bueno o malo, sea por castigo, por premio o por que simplemente este había sido el plan original de Dios, (pues me resulta imposible creer que fuimos impredecibles para quien nos conoce más a detalle de lo que un autor conoce a su obra) Él nos envió a este lugar, entonces todo parece estar resuelto; el Autor de la obra máxima, tras evolucionar al punto exacto al ser en que nos tenía predestinados para existir en este mundo material, nos envió, dejándonos a nosotros mismos encargarnos del resto, y evolucionar según nuestras necesidades en la línea que Él tenía ya predeterminada.

> Es sencillo entonces comprender por qué nuestro ADN se diferencía en muy poco del de quienes están apenas un escalón debajo nuestro en la cadena evolutiva. Fue nuestra esencia y nuestra capacidad de adaptación la que hizo todo.

> Y es este el segundo momento de la evolución al que me refería y del que, por no tener un fundamento científico y comprobable, no se hace mucho caso y hasta llega a ser negado por quienes creen también que venimos de una caótica y desordenada explosión.

> ...Es de aquí de donde creo vehementemente que vengo y venimos todos los que habitamos y compartimos esta realidad.

> Teniendo esto claro viene la segunda pregunta, igual de fuerte e importante que la anterior ¿Quién soy?